20 abr 2013

1280 ALMAS - AQUÍ VAMOS OTRA VEZ


Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Pero también dicen que siempre hay excepción a la regla. El segundo intento por proclamarse banda de culto en el circuito del rock bogotano por parte de 1280 Almas fue la consolidación de un sonido y una postura que había llegado para quedarse. La creciente ebullición de grupos y conciertos como el Festival de Música Joven en el Jorge Eliecer Gaitán contribuyeron a la erupción de ganas y canciones que iban a animar la escena rockera en los noventas. Entre las vicisitudes de un 1994 lleno de procesos políticos, aperturas económicas y esperanzas Mundialistas rotas se construyó una segunda placa de carácter contestatario que iba a imponer su nombre por muchos años, y que hoy en día se sigue recordando con cariño en los conciertos. Allí iban otra vez las Almas.

Sus guitarras sucias y alternas tenían una herencia punk marcada, muy visible en su debut con Háblame de Horror (1993), junto a una festividad latina acompañada por una marcada percusión y algunas jugarretas de ska melódico. Esa línea musical se reitera en Aquí Vamos otra Vez, con la diferencia de un tratamiento más limpio en la producción y una desaceleración leve en sus intenciones ska y punk. Las Almas rescatan cuatro temas de su primera producción, los pulen y los convierten en memorias inmediatas de concierto.


COMENZANDO A PENAR

Un joven y decidido Fernando del Castillo comenzó a imponer su característico grito de 'Alegría' en sus presentaciones, acompañado por el profundo deseo de expresar su inconformidad con el materialismo y un sistema marcado por las modas y tendencias. Su propuesta lírica destilaba contestación de versos inteligentes, sordidez urbana y matices negros heredados del gusto por Jim Thompson, inspirador del nombre de la banda, autor de la novela Pop.1280. Mientras recorrían calles peligrosas, paisajes caóticos y una extraña desesperanza alegre, la conformación de las letras tenía tres puntos clave a tocar: la insensibilidad social del ser humano, el odio por el materialismo y el desamor.

El primer impulso nacional lo brindó BMG. Pero el soporte de distribución que les daría mejor reconocimiento vino por parte del sello mexicano La Culebra. A partir de entonces las guitarras rugosas y anarquistas de Hernando Sierra, el bajo contundente y cómplice de Juan Carlos Rojas, la batería compañera de taquicardias y pausas de Pablo Kalmanovitz y la percusión que le brinda sabor al horror de Leonardo López fueron estampa pura de alegría y desazón, de descarga y reflexión, creando un espacio de huella imborrable en los anales del rock colombiano. Las Almas vuelven a penar con otros trece lamentos furiosos.

Deja de Llorar by 1280 Almas on Grooveshark


HÁBLAME OTRA VEZ

Curiosamente los 'reencauches' del álbum anterior se convirtieron en hacedores de disfonía en los conciertos. El más destacado, himno de la escena, es el thompsoniano discurso de "Soledad Criminal", una ciudad trastornada por la muerte, la desigualdad, la demencia y el consumismo banal, 'Es el placer de tener tantas cosas bonitas/para después en las fotos parecer un artista'. La canción bajó las revoluciones con el paso del tiempo, pero sigue siendo un eco continuo e incesante por parte de su fanaticada. Ese tono que desprecia la avaricia y es anti-materialista se sostiene con "Lo que puedes Desear", con un golpe rítmico al estilo Todos Tus Muertos en un fraseo rebelde de guitarras rechinantes y rudas, y un señalamiento directo a la indiferencia, 'Tú pasas por las calles mirando rascacielos/ no quieres darte cuenta que te arrastras por el suelo'. La versión renovada baja la aceleración e incluye samples y scratches, y se rebela en tonos más alegres, brindándole más espacio a la percusión.

El rescate de temas del primer álbum continúa con el despecho. La interesante propuesta musical de "Deja de Llorar" es ranchera punk sin prejuicio con tonos de tufo, que comienza como una resaca melancólica de resentimiento y termina rompiendo vidrios con la furia punketa que se guardan las Almas desde su inicio. La diferencia entre el primer corte y su reedición es muy leve salvo a una producción más cuidadosa y un final más ruidoso quel el de Aquí Vamos Otra Vez. Y luego, un cover repitente. La TNT Band en el reflejo de las Almas con "Sabré Olvidar", el reconocido tema que brinda fiesta y sabor. Aquí la diferencia es notoria entre el remake y el original, haciendo una versión de tono más reggae, con el paso más reposado y la melodía menos fiestera que la primera, que era un incendio de ska despechado pero esperanzador.



LOS ALEGRES MARGINALES

Si algo caracteriza el estilo de las 1280 Almas es su espíritu crítico del sistema. Enérgico y aborrecido por el snobismo y las corrientes de cualquier origen, ellos prefieren la marginalidad que enjuicia con alegría. "Flores en las Cortinas" hace una invitación explícita, 'Ven y Cágate en el Underground' con una voz resuelta y desafiante de Fernando del Castillo. Con la sonoridad alternativa que dominaba los inicios de los 90s, hay más letras llenas de varilla  y desprecio por la gente que vende sus principios en "Discordia", 'Mírate ahora que gran estrella pop/ que sorprendente tu autosuperación'. Reprobadores de ser catalogados en cualquier etiqueta, prefieren ser una 'mala influencia' llena de poder musical en "Rata Muerta", el punk más desmadrado de  toda su discografía. Pero la punzada social más interesante la contiene "Diablo", un clásico de conciertos que nos habla de la ya cotidiana insensibilidad del colombiano promedio, ajeno al conflicto de la guerra y la escasez de recursos, 'No te importa si reina la muerte/mientras ellos no dañen tu suerte/ pero vas a ver que un día vas a tener que frentear'. Con percusiones posesas, guitarras de acordes latinizados pero sonidos sucios y una tremenda fuerza, este Diablo es contundente y reflexivo.

Unas Almas sin Pena.
Mientras sus cuerdas son feroces y distorsionadas, hay espacio para algunos momentos de relax. Interludios de juventud sin complicaciones con el apoyo clave de unos redobles tropicalizados y congas despreocupadas, "Borrachera" es un divertimento etílico que proyecta la famosa alegría de estas Almas sin pena. "Aquí Vamos otra Vez" es un nuevo guiño a su apreciado ska, clásico de pogo inocente y saltarín, con instrumentos liberados de presiones y con la búsqueda de una vigencia independiente 'A pesar de las trampas y los malos amigos'. Este par de temas son el reflejo del lado amable y vivaracho de la agrupación que los acompaña en su discografía, paralelo a su faceta más preocupada y crítica.

El pesar alegre es el término que puede definir las canciones de desamor de este combo bogotano. Con dulzura juguetona, casi infantil, llegan "Los Planetas", donde un aparente viaje cósmico de amor se convierte en un cruel pero cándido modo de deshacerse de su pareja, 'Voy a presentarte a mis amigos de Venus/ para que te lleven con ellos allí / Y te asfixien entre nubes de púrpura/ para que el cosmos no llore por ti'. Y un nuevo cover, esta vez patrocinado por una de las baladas más rocanroleras de Leonardo Favio,"Mi tristeza" que una vez más solloza con soledad y desamor y que finaliza con una cadencia punk demencial que quiere mandar el corazón al retrete.



La recarga de las baterías de las Almas funcionó con efectividad. No vendieron millones, no hicieron tour por Europa y no se hicieron consentidos de las emisoras. Esa negación siempre ha sido parte de sus propósitos. Dentro del polo positivo lograron congregar más adeptos, contribuyeron al crecimiento de la escena independiente en los noventas y pudieron mostrar nuevo material, un segundo disco que no era fácil de publicar para las bandas emergentes de la época. En la actualidad el álbum es un clásico del rock nacional, gran parte de su repertorio ha sido coreado en múltiples escenarios, y el respeto de propios y ajenos es innegable. Aquí Vamos Otra  Vez es la consolidación  de un proyecto compacto con líricas de rebeldía inteligente, que logra conciliar la suciedad agreste del punk con el sabor caribeño y que tiene una postura clara  e independiente. El bonus track del LP "Escucha las Almas" confirma el estilo, 'No te tienes que venir con pretensiones/ escucha las almas que vienen tocando/ No tenemos muchas ilusiones/ escucha su ritmo que pasa arrasando'.