15 nov 2013

EPMD - STRICTLY BUSINESS


1988 fue un año mágico para el desarrollo del hip hop. Luego de el paso de los beats minimales llegaron con fuerza los samples, las líricas gangsta y la apertura a un mercado cada vez más amplio dentro del gremio. Public Enemy era la conciencia política de entonces y el estandarte por la reivindicación de la raza negra, N.W.A. era la letra subversiva e insolente pionera del gangsta, Boogie Down Productions cultivaba el modo de rap conciencia y 2 Like Crew se ocupaba de las rimas libidinosas y las curvas peligrosas. Entre este brillo de vertientes y propuestas se incluye un dúo neoyorquino que se encargó de mejorar el nivel de producción musical, incluir géneros ajenos al disco en los samples, comenzar a construir duelos vocales y moldear egos en sus líricas. Allí estaban los EPMD.

It's My Thing by EPMD on Grooveshark


UN NEGOCIO FUNKY

Su acrónimo prácticamente fue su búsqueda inicial: Erick and Parrish Making Dollars no sonaba nada altruista, pero era parte del contexto del hopper que buscaba un mejor mañana. Erick Sermon (E Double E) y Parrish Smith (PMD) provenían de Brentwood en Nueva York con el ánimo de hacer de la riqueza su cotidianidad. Russell Simmons (el famoso fundador de la disquera Def Jam) les dio una temprana ayuda como manager y lograron insertarse en los estudios de Sleeping Bag Records en 1987 para elaborar, sin pensarlo, uno de los discos claves de hip hop de la década de los ochenta. Era la hora de hacer su negocio.

El proceso de grabación de este álbum logró compilar aspectos novedosos y peculiares. Se olvidaron del old school y se atrevieron a incluir en su menu musical samples de rock y soul, pero especialmente de funk, dando como resultado un producto con acentuada sabrosura en las bases rítmicas. Le dejaron la protesta a Public Enemy, las balas a N.W.A.  y la conciencia a KRS-One para comenzar a trabajar en las rimas egocéntricas, desafiantes y creativas, haciendo alarde de un estilo particular para componer. Y aunque sus voces no son intensas y mantienen una línea relativamente plana, los dos MCs lograron conjugarse bien entre rimas y formaron un buen equipo, secundados en las tornamesas por su buen amigo DJ K La Boss y su talento para enebrar scratches efectivos.

                                                     


SOBERBIOS SAMPLES

El sample les dio la gloria. Una canción de reggae, luego una canción de rock con sabor funky, luego un sample para el rap. "I shot the Sheriff" ha probado todas estas facetas y en todas ha triunfado, sufriendo con placer su última mutación en "Strictly Business", uno de los clásicos del hip hop de todos los tiempos. Este segundo single de su LP tocó los listados de los dos lados del Atlántico sin ser el del tope, pero con una enorme influencia para la posteridad. Desde allí E Double E y PMD sacaron su arsenal rítmico y su letal desafío para el resto de sus congéneres musicales, 'I'm as deadly as AIDS when it's time to rock a party'. Una soberbia lírica que se desparrama en muchas de las canciones del trabajo, por ejemplo en "I'm Housin" donde mantiene ese tono ostentoso de rimas inalcanzables y al ritmo bailable del sample de "Rock Steady" de Aretha Franklin, que consolida una fuerte inyección de funk a su disco. Esa canción también mutaría a otro género bajo los esquemas de Rage Against the Machine en el 2000.

'The businessmen' 

Todo el disco está impregnado de funk y rock en samples. Otis Redding, Beastie Boys y the JB's consolidan una amalgama de black party en "Let the Funk flow", sabor a dos voces que no se desgasta en gritos ni curvas melódicas, que con su timbre prudente va soltando manifiestos de poder e inmodestia, 'Let the MCs know that I shock like lightning/ They mess with the E Double E, I sounds frightening'. En su extenso discurso rapeado pasan celebridades como Mario Andretti, Michael Jackson o Clark Kent con ingeniosos juegos de palabras, amasando un objetivo que siempre tienen claro: el poder y las chicas. Un poder que nunca da tregua, casi monárquico, el cual buscan explicar en "It's My Thing", 'To be a real MC, you can't be obedient/ To be smooth is the main ingredient'. Esta canción fue su primer sencillo, el más exquisito en producción con un gran trabajo en scratches y samples (Tyrone Thomas and the Whole Darn Family, Marva Whitney, Syl Johnson, Mountain y hasta Pink Floyd) y una atinada administración de los tiempos y espacios en el ritmo y en las rimas, que alcanzó a tocar el Top 100 en Inglaterra. "It's my Thing" logra justificar la soberbia y vanidad de los EPMD, pues es la pista con más clase del disco.



LOS NEGOCIANTES DEL EGO

Uno de los samples más usados en este álbum debut es "Jungle Boogie" de Kool & the Gang, ese ingrediente que contribuye a brindarle ese toque fresh al LP. Merodea entre canciones con sus fragmentos fiesteros inflando el ego musical de Sermon y Smith. En "You're a Costumer" aparece sin prejuicio, acompañando la base rítmica del "Cheap Sunglasses" de ZZ Top y de cuando en cuando la voz de Steve Miller cantando "Fly like an Eagle". El dúo sigue enfrentado al mundo sin dar concesiones en este largo prontuario de rimas en el que se comparan con el mismo Muhammad Alí ,'I'm the Double E, the thrilla of Manila/ Better known as the MC Cold Killer'. Las comparaciones se extienden en rimas de otro track, 'I'm like Zorro, I mark a E on your back/ I don't swing on no ropes or no iron cords/ The only weapon is my rappin' sword'. Este último extracto pertenece a su exitoso "You gots to Chill", con el golpe funk marcado y la venia de los scratches, apoyados en el "Bounce to the Ounce" de Zapp & Roger,  y destilando alevosía y superioridad hopper sobre cualquier rival del género, con aceptables resultados pues este segundo lanzamiento les alcanzó para llegar al #22 en listas de hip hop en USA. E Double E y PMD se consolidan entonces como los Negociantes del Ego.



Los dos MCs logran crear un ensamble armónico entre voces, con un Erick cercano a la nasalidad que combina bien con el tono un poco más grave y ágil de Parrish. Siempre vanidosos, siempre provocadores, siempre queriendo ser los primeros en la plataforma y los dueños del business. "Get off the Bandwagon" lo confirma con sus constantes ataques al resto de MCs del mundo y su postura petulante que no se molesta en hablar de sus atributos. Aunque también destacan el valor invisible que tiene su DJ de respaldo, K La Boss, maestro en los platos y acertado en poner los samples y scratches donde se debe. El dúo le permitió tener un tema exclusivo para él titulado como su nombre artístico, donde dispara su mejor arsenal de mezclas y desfilan sonidos de Daisy Love, Kashif, Steve Miller, LTD y hasta la voz de Vincent Price en el "Thriller" de Michael Jackson. Un gran DJ que está subvalorado dentro de la nómina estelar del hip hop.

Un talento subvalorado. DJ K La Boss.

Dos personajes aparte son protagonistas en un par de temas de EPMD. "The Steve Martin" es un curioso homenaje al comediante que le mostró al mundo un caricaturesco modo de bailar en el film The Jerk (1979) y del que los MCs se ocupan de alabar durante su trova urbana, un tema soportado en ecos de dub y unas trompetas de "Let me Come on Home" de Otis Redding que, sin ser malo, es el más débil del disco. El segundo personaje es el único que logra aplacar su soberbia por un instante y que curiosamente, tiene secuelas en sus siguientes trabajos. "Jane" es la mujer que atormenta el ego de Erick Sermon, en una historia de desagravio después de una cita amorosa y que se cuenta a modo de conversación entre los dos raperos. Los samples del "Mary Jane"de  Rick James ayudan a sobrellevar el impasse de faldas y por primera vez en todo el disco, el dúo muestra un lado vulnerable en sus estrofas.

La producción no tiene reparos. Los samples son un acto de frescura. Su ritmo es tan groovy que incita más al baile que al canto. E Double E y PMD, sin esforzar demasiado su garganta, lograron cautivar miles de fans con su sosegado estilo de frasear y su siempre retadora y arrogante postura. En 1989 obtendrían más fama y dinero con su segunda placa Unfinished Business, donde continuarían en la pugna por convertirse en el dúo de rap más grande del planeta. Tal vez actualmente no tengan tantos flashes de cámara ni recortes de periódico como Public Enemy o Beastie Boys, sin embargo, su Strictly Business alcanzó un status de clásico gracias a su exquisitez, la recursividad en el uso de los samples, un gran DJ camuflado haciendo el trabajo sucio y un par de individuos que se comieron al mundo con su ego, pero más que todo con su carisma y su buena forma de hacer los business a punta de rimas compartidas.